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18/3/20

Diario de Cuarentena

Hoy ya hace más de una semana que empezó todo, bueno, todo había empezado meses antes o semanas antes, pero aquí se nos hizo bola después de la manifestación del 8M. Yo no sé si tenían que haber desconvocado la manifestación o no, sólo sé, que desde el día después no han dejado de pasar cosas....

El lunes 9 de marzo se anunció el cierre de los colegios en Madrid a partir del miércoles 11. El día 10 fue normal, pero raro. En mi caso esperaba el teletrabajo para el propio miércoles pero no fue posible, así que mis hijos, como muchos niños, se pasaron la mañana del miércoles en los columpios con su abuela y con otro montón de niños y abuelos... pufff

El miércoles me despedí de mi oficina de los últimos 10 años, parece mentira, con lo que vamos a echar de menos este edificio, que la despedida haya sido así, tan fría, tan rara nuevamente. La tarde del miércoles yo estaba histérica, tal cual. Pero me puse mucho más nerviosa cuando al subir del patio de la urba, donde habíamos pasado la tarde la mitad de los vecinos con nuestros hijos, como un día cualquiera de verano con piscina, me di cuenta que el cierre de los colegios no era para eso... había que mirar un poco más hacia Italia... el cierre era para que nos quedásemos en casita y nos relacionásemos lo menos posible...

Los niños habían pasado su primer día bien, tampoco habían llegado los deberes, así que parecían VACACIONES.

El jueves 12 no conseguimos organizar los deberes, ni el teletrabajo, ni nada, fue un día de prueba de skype, de teams, de conexiones, de descargar fichas.... Salimos por la mañana a dar un paseo y a que yo me comprase valerianas en la farmacia porque me iba a dar un pampurrio si seguía mirando las noticias compulsivamente mientras intentaba trabajar, educar a los niños, hacer la comida y luego además ser divertida y entretener... Yo empecé a llorar con cada momento emocionante y así sigo, que cualquier cosita, lloro. Hicimos bolitas de pescado y fenomenal.

El viernes vino mi madre a ayudarme. No sabíamos que sería el último día que nos íbamos a ver en no se sabe cuánto. El viernes ya hubo más deberes y muchos juegos. También salimos a la calle, sin socializar, a jugar en un rinconcito del parque y a que Hugo hiciese chilenas. Por la noche a Hugo se le cayó un diente e incluso en este estado, el Ratoncito Pérez no falla. Qué crack. Empezaban a llegar actividades, manualidades, películas, conciertos, montones de cosas que la gente compartía para hacer en este tiempo en casa sin salir. ¿Este fue el día que empezamos a aplaudir o fue el sábado? Es difícil diferenciar un día de otro...

El sábado volvimos a salir una hora a jugar. El último rato de calle. Ahora es una necesidad el aplauso en la ventana de las 20 horas. Y sobre todo, es una necesidad bajar a tirar la basura. Y ya no te digo tirar el cartón o el cristal en los contenedores que están fuera de la urba. Hugo sólo piensa en volver a jugar al fútbol. Claudia quiere ver a sus amigas. Yo me pasé el discurso entero de Pedro Sánchez declarando el estado de alarma llorando.

El domingo hicimos la pancarta de Nosotros nos quedamos en casa y Todo va a salir bien con el arco iris. La pusimos en la ventana. Se puso a llover. La metimos. A lo tonto, echas el rato. Volvimos a empezar las pelis de Harry Potter. Este año íbamos a ir de viaje a Londres a ver los estudios. Ya se ha jodido el plan pero bien. Qué pena.

El fin de semana también empezaron las video llamadas a todas horas y con todos los grupos. Ostracas, qué estrés también no? Si yo lo que quería era poner los pies en alto y siempre hay alguien mirando por la cámara.

El lunes celebramos vía videoconferencia dos cumples muy especiales. Aprovechas la ocasión para grabar un vídeo gracioso y echar un rato divertido. Además de jugar al Cluedo, al rummy, al voley con globo, a lanzar aviones de papel, a búsquedas del tesoro. Bueno y nos apuntamos a un entrenamiento familiar en IG. El jueves repetiremos que nos lo pasamos muy bien. El lunes creo que fue el día que Claudia hizo de profe de Hugo y fue un éxito. El lunes fue el día que Hugo se puso mi reloj de actividad e hizo 18.000 pasos. Muy cercano a mi récord de pasos, que está en 20.000 un día que además de entrenar, anduve horas de un sitio para otro. Pues eso, 18.000 pasos de 11 de la mañana a 11 de la noche dentro de una casa. Como para generar tranquilidad y relax a tu alrededor.

Hoy martes 17, hemos celebrado St. Patrick's Day vistiéndonos de verde. En realidad yo no encontré nada verde y mantuve el pijama. Mal. Hay que vestirse. Yo confieso que no todos los días me visto, si me visto no paso del chandal y sólo en caso de vestirme con chandal me ducho antes. Muy mal. Y los pelos. Si yo cuento lo que pensé de la cuarentena el primer día...uy, por fin, teletrabajar: curro un rato, luego gimnasio mientras los niños corren en la urba, luego mi madre me trae la comida, luego estudiamos y mientras ven peli yo trabajo otro rato, ja. Ni a peinarme me da tiempo.
Hoy han hecho una cabaña en su habitación. Ellos solos sin llamarme ni una vez en más de una hora y sin chincharse. Porque mis hijos no se pelean, se chinchan, sólo se chinchan. Del verbo dar por saco. Pero con intensidad.

Total, que hay que celebrar lo que toque o lo que haga el día un poco diferente. Para mi ha sido uno de los mejores días de la cuarentena, hemos conseguido que la mañana cunda laboral y escolarmente y eso te da bastante margen para las cositas de la tarde (video llamadas, Tik Tok, juego de mesa, dar palmas, etc.)

Al final llega la hora de dormir y nos peleamos porque yo no puedo más y ellos están a tope. Mal, pero luego nos damos besos y amor.

Pero es raro.

Yo hay varias cosas que voy asumiendo: no voy a descansar, no voy a hacer un curso de fotografía, no voy a estudiar inglés, probablemente no consiga depilarme, probablemente no consiga ver Élite. A cambio voy a planchar, cocinar y pasar la aspiradora más de lo que imaginaba en mi cuarentena idílica. E igual escribo un diario en el blog.

Ah, y claro, Ángel currando todo el día (fuera y dentro de casa) y yo líada con el anuario del colegio, que ahora no sé si avanzar si no avanzar, si cambiarle el nombre o dejarlo. Un trajín.

No sé si la cuarentena tendrá que ver con cumplir 40, pero vamos, que a ver si este lío va ligerito que llevamos retraso en la organización de la fiesta y el viaje. Juas.

Pues mañana más. Y seguramente, parecido. O puedo reflexionar más seriamente sobre todo esto y a ver qué sale....

Estamos escuchando mucho estos días. Have a nice day de Bon Jovi. Traeré mejores canciones...

Ester

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