PICHURS IN THE SNOW...

Después de mucho tiempo pensándolo por fin nos fuimos a esquiar... Ángel llevaba años diciendo que teníamos que ir y una vez operada su rodilla ya sólo faltaba decidirnos (y colocar a los pequeños, aunque no creo que tardemos en ir con Claudia).

Convencimos a nuestros colegas y listo. Planazo preparado. A La Pinilla, con profesor particular para lerdos.

Tan lerdos que mientras comentábamos el viernes cómo sería el día siguiente nos estábamos poniendo de los nervios... Ángel... que nunca sé a qué hora se acuesta... se acostó el primero... porque estaba cagadito jajaja...

El sábado nos equipamos como profesionales (casi todo prestado) y a pesar de la nevada que estaba cayendo y del viento que hacía subimos a la sierra dispuestos a darlo todo... a dejarnos las espinillas, los hombros, el culo... todo por aprender a esquiar...

El momento de coger el material es genial. Llegas allí con tu localizador y todo parece normal... hasta que te empiezan a hacer preguntas... y con poco más de dos preguntas... lo siguiente es... Pero... es la primera vez que vais a esquiar??? Jajaja, qué pasa??? que se nos nota en la cara??? (de pánico, supongo) Por suerte el sábado gracias a la ventisca no subió mucha gente a La Pinilla porque el colapso que pueden generar 7 lerdos poniéndose las botas de esquiar y cogiendo esquíes y bastones es curioso...

Y con las botas puestas... a por las cosas al coche (guantes, gorros, qué se yo... todo lo que deberíamos tener ya encima)... un paseo de 20 metros que con esas botas se convierte en un infierno eterno y que te deja las espinillas ya rotas para el resto de la jornada (lerdos).

Coger el forfait y presentarnos en la escuela fue fácil.

Después nos esperaba lo bueno...

Llegamos al telesquí de 4 con los esquíes en la mano claro... Nos ponemos de los nervios... qué hacemos con los esquís??? cuándo hay que sentarse??? pero y si me caigo??? (joder que estamos pareciendo lerdos)

Nos colocan los esquís en la silla de delante y nos dicen poneros en esta raya, es fácil leches... es sentarse en una silla que viene despacito... cualquiera sabría hacerlo... y lo hicimos...

En esto que la silla empieza a subir y a subir... y nosotros... jolín... parece un poco arriesgado ir tan alto sólo sentados en una silla sin más seguridad... sobrevolamos un río bastante alto... y más laderas... bastante alto... y empezamos a mirar a los de detrás... joder, es que somos lerdos... no nos hemos bajado la barra de seguridad!!!! No nos ha visto nadie... (el de atrás, pero iba solo) sólo hemos podido matarnos antes de ponernos los esquíes. El paisaje precioso oye.

Para bajarnos del telesquí parecido... casi nos tiramos antes de llegar a la raya... pero bueno, recuperamos la dignidad y salimos andando... 

R y yo que somos unas chulitas... es asín... no nos mola ir de lerdas, nos ponemos los esquíes y llegamos sin caernos hasta la escuela donde nos espera la profe, más maja ella...

La clase fenomenal. El primer día conseguimos hacer la cuña y empezar a girar. 

También subimos en la cinta... facilito.

Como veis el tiempito que nos hizo el primer día fue delicioso...

Fue bastante curioso subir en la percha, pero bueno como estábamos en pistas verdes había bastante lerdo suelto. Tú te caías pero los de al lado también.

No sé si conseguiré explicarlo, pero tengo que contar la primera entrada de Ángel en la percha. La percha es un palo al que te enganchas y te sube hasta arriba de la pista. Tiene como una cosa redonda que te pones en el culo, pero no te tienes que sentar o te caes, es sólo para que te arrastre.  La entrada a la percha tiene una pequeña vallita entiendo que para que la gente no se acumule, sujeta con un palo al lado del pasillo de subida y otro palo más lejos de la entrada. Ángel se colocó para coger la percha y cuando la enganchó también enganchó un esquí al palo de la valla y se quedó abierto de esquíes endiñado a la valla sin poder ir ni para adelante ni para atrás... el resto descojonados... y si no es por el chico de la percha que le ayudó a salir ahí seguimos esperando para montar...

Después del primer día parecía que las pistas verdes se nos quedaban un poco como que queríamos más... pero claro, el siguiente paso era una pista azul de casi 2.000 m con algunos tramos rojos (no apta para lerdos diría yo).

Qué gustito da acabar la jornada de esquí y quitarte las botas y dejar los esquíes y darte una ducha bien calentita y pasar la tarde jugando a las cartas con tus colegas y tomando unas copas y perreando a tope...

Y el domingo... de sobrados... como hizo mucho mejor tiempo había mucha más gente pero ya no dábamos tanto el cante como novatos... aunque volvimos a subir en el telesqui sin ponernos los esquíes jiji... eso sí, la barra la bajamos en seguida...

La sierra estaba tan bonita. Llena llena de nieve y con sol... una pasada.

Nuestros avances nos llevaron a aburrirnos en la pista verde y dijimos vamos a asomarnos a la azul... sólo por verla... qué temerarios... la vimos y dijimos... esta nosotros la bajamos (claro, aunque sea arrastrándonos). Los primeros metros no se nos dieron mal... yo me empecé a atorar cuando vi que a mi pista llegaban esquiadores a  200 por hora desde otras pistas y yo iba en modo tortuga haciendo cuñas a un lado y a otro... ahí dejé de mirar bien, empecé a transpirar, y ya los esquíes se me cruzaban...

Aguantamos un poco más y empezamos a caer. Jajaja. Nos recuperamos como pudimos... otro tramito y al suelo. Ronces y Ángel a un lado de la pista. Yo en el puto medio (dice Ángel que de un salto de snow), por suerte nadie me atropelló, aunque un niño de 7 años me tuvo que dar los bastones que habían volado. Me arrastré al otro lado de la pista. Juan seguía de pie, joder, qué campeón.

Bajamos un buen trozo arrastrando el culo y de pie, hasta llegar a un tramito más horizontal. Nos volvimos a poner los esquíes y aguantamos otro tramito hasta volver a piñar. Pero ya estábamos casi al final. Arrastramos el culo y llegamos hasta abajo. Juan acabó de pie. Increíble. 

Esto viene a ser cosa de una hora. Aquí el equipo temerario.

Esto nos hizo pensar que el próximo año vamos a una estación que tenga más pistas intermedias y no azules del infierno, porque potencial tenemos. Ya no somos lerdos.

Unas tiradas más en la verde por no irnos con regustillo a caídas jijiji y a descansar.

Bueno a descansar no... a recoger a Claudia, a Hugo y a dormir para ir a currar. Qué dolorcito más majo el lunes en la oficina... en general... dolorcito de todo.

Quedan anécdotas por contar pero ya esto va a ser muy largo... 

Todas las fotos aunque un pelín editadas por mi son de Silvia y Guzmán y Ronces y Juan.

Continuará...

¿Os gusta esquiar? ¿Nos recomendáis alguna estación así no muy complicada para la próxima vez?