VACACIONES EN LANZAROTE, CON NIÑOS, CLARO

Llegó septiembre (ohhhhh)... Hugo empieza la guardería, Claudia está a punto de volver al cole y yo tengo unos días de vacaciones (bravo jiji)... es el momento perfecto para retomar el blog y contar nuestras vacaciones y así recordarlas un poquito (estábamos tan agustito) ahora que vamos a volver a las rutinas...

Teníamos dudas sobre si era buena idea ir a Lanzarote o no, nosotros teníamos muchas ganas desde hace mucho tiempo, pero ir con los enanos... Claudia, sí claro, #mygirl puede ir a cualquier sitio, pero el ceporrete de #mybaby tiene mucho peligro, en los viajes, en los restaurantes, comiendo jajaja.

Empezamos en Barajas bastante mal (sobrepeso en las maletas, recolocación in extremis, enfadados, a tope), seguimos en Barajas con la lengua fuera (ahora entiendo lo de estar dos horas y media antes... si vas con niños las necesitas, las dos horas y media, enteras, y llegas por los pelos). En el vuelo, bueno, Claudia un poco aburrida, Hugo un poco petardo, pero no iba mal, hasta que Hugo me vomitó encima y se puso a llorar como un animal hasta que consiguió dormirse, justo 5 minutos antes de aterrizar. Tuvimos suerte recogiendo las maletas y al autobus. En la guagua vomitó Claudia. Terrible jijiji. Hasta que entramos al hotel, vimos la pisci, vimos la playa, Claudia flipó con todo (yo hasta lloré de la emoción por su emoción), comimos que íbamos desfallecidos y siesteamos unas buenas tres horitas. Al despertar nos habíamos olvidado del viaje. Estábamos en Lanzarote. Equipoooooooooooooo.

LAS PLAYAS

Por supuesto hay más playas de las que nosotros hemos visto, pero las nuestras son recomendables 100%. Playa Dorada en Playa Blanca es una playa estupenda en plena zona turística, se llena de gente, pero no llega a ser agobiante. Lo mejor es su agua clarita y transparente, casi sin olas y sin escalón al entrar, ideal para pequeños. Y con todo lo que puedas necesitar al lado, además de un montón de actividades naúticas que se pueden contratar allí.

Las Playas de la Punta del Papagayo, en el Monumento Natural de los Ajaches son impresionantes. Como el acceso es complicado, nos quedamos en la del Papagayo, que nos dijeron era la más facilita (aún así bajar con carrito y enanos fue una aventura). Hay un chiringuito arriba, así que hay que llevarse todo lo necesario (agua, comida, etc.). La playa es una pasada, preciosa. Aguas transparentes pero con más olas... un poco más divertida. Y aunque había gente, era poquita. Ah, hay que pagar 3 euros al entrar con el coche a la zona protegida.

La playa negra de la Laguna de los Clicos fue la más bonita que vimos. La vimos en modo turistas y casi el último día. En el próximo viaje no nos la perdemos.

TURISTEANDO

Estuvimos en la isla suficientes días como para ver muchas cosas, pero íbamos en modo niños, en modo descanso, en modo disfrute, así que decidimos ver las cosas más emblemáticas y hasta donde se pudiese. También decidimos pasar de cosas tipo Parques Acuáticos, Parques de Animales, etc. que nos parecieron caros (claro, es que tenemos el Bono Parques) y que los enanos ya han visto en otros sitios por suerte, salvo que Claudia se pusiese muy petarda y quisiese ir, pero ella con las actividades del hotel estuvo encantada, podría no haber salido de allí y encantada también.

Entonces, es básico ir al Parque Nacional de Timanfaya y flipar. Ni las fotos ni los vídeos (al menos los nuestros) se acercan a lo que es aquéllo. Es ALUCINANTE. Mirásemos hacia donde mirásemos nosotros estábamos con la boca abierta. No te cansas de mirarlo y sientes hasta cosilla pensando que eso lo ha hecho un volcán y que está vivo, tranquilito, pero vivo. Por supuesto montamos en camello. Nosotros decidimos ir en excursión concertada en autobus porque tienes prioridad para entrar y no esperas. Si vas en coche por la mañana, hay colas de horas porque te meten en autobuses del Parque para hacer el recorrido. Nosotros volvimos a ir una tarde en coche y parecía mucho más tranquilo.

Es básico hacer una visita al norte de la isla. Hay bonos de entrada a dos, tres, cuatro de las cositas a visitar. No te ahorras mucho, pero algo es algo. Nosotros vimos el Mirador del Río, los Jameos del Agua y la Cueva de los Verdes. Yo no dejaría de ver ni el Mirador ni la Cueva.

Desde el Mirador se ve  la isla La Graciosa, que debe ser otra visita recomendable porque debe tener unas playas “vírgenes” de alucine (para la próxima). La vista es muy muy bonita, sobre unos acantilados espectaculares.

Los Jameos del Agua, no sé, es bonito, pero al final ves mucho la mano humana ahí y pierde un poco de encanto. Es agradable de ver pero para nosotros no imprescindible. En los Jameos hay un Centro de Estudio de Volcanes, con una exposición muy didáctica. A mi me gustó mucho y Claudia mantuvo la atención bastante rato (ha alucinado con los volcanes).

La Cueva de los Verdes es espectacular. Es darte un paseo bajo tierra, por las cámaras de magma del volcan, lleno de sorpresas. A Claudia le encantó también esta visita. De Hugo mejor no hablar porque no fue su mejor momento jijiji.

Volviendo al sur, hay que ver Los Hervideros y la Laguna de los Clicos. En esta zona se pueden ver las Salinas de Janubio también (pero vamos, que si te dejas algo, que sean las salinas). Los Hervideros son formaciones rocosas espectaculares al borde del mar. De otro planeta.

Un crater de volcan partido por la mitad es ahora la playa de arena negra que os decía antes, en la que se ha formado a través de una conexión submarina con el mar, una laguna de color verde impresionante, la laguna de los Clicos. El color se debe a la acumulación de algas en superficie. Alucina ver un crater por dentro, alucina el color, alucina la playa. Precioso.

En cuanto a pueblitos, sólo vimos Playa Blanca, muy turístico, pero bonito para dar un paseito y Teguisse, bantante chulo y con terracitas apetecibles para comer o cenar.

Primero Playa Blanca (aquí veis un ejemplo de las fotos que ya nos hace Claudia).

Y Teguisse.

Con Ángel no podíamos dejar de ver la Fundación César Manrique. Es un edificio realmente original rodeado de lava. Ángel os podría contar más cosas porque a él le gustó mucho. A mi también, pero no es lo mismo.

COMPRITAS

Es típico comprar artículos de perfumería y cosmética porque el IVA es sólo el 7% y se nota un montón. Lo mismo pasa con el tabaco. Hay un montón de tiendas de souvenirs por todas partes y con las mismas cosas en todas. Yo os recomiendo el mercadillo de Teguisse que es los domingos y lo montan por toda la localidad. Hay tienditas más curiosas.

ALOJAMIENTO

Ya termino... me he enrollado un montón no??? Para ir en familia, con los enanos, los hoteles H10 están fenomenal. Montones de actividades divertidas, sobre todo la Mini Disco jajaja. Para ir en pareja, con amigos, otro plan... quizá te agobien los niños...

Ah, y alquilar un coche claro. Online hay montones de ofertas.

Y como apunte final... el tiempo, es buenísimo, una temperatura ideal, no necesitas ni bañarte (al menos yo)... y fresquito por las noches. Lo peor... el viento, casi siempre viento. Dicen que cuando menos viento hay es en septiembre octubre.

Resumiendo, Lanzarote es mi isla favorita. Quiero volver ya. (Por cierto, que el viaje de vuelta fue estupendo, ningún contratiempo).

Y aqui, mucho ánimo con la vuelta a las rutinas, hay un montón de blogs molones por ahí que vuelven para ayudarnos a superar el fin de las vacaciones (a quien se le hayan acabado).

Besazo